viernes, 14 de noviembre de 2014

EL TROVADOR ANDANTE

La miraba todas las mañanas tomar el camión, escondiendo su presencia tras el árbol que adornaba la ventana de su habitación. Los miércoles ella llevaba un vestido blanco con flores, haciendo honor al día más primaveral de la semana. Aquel magistral vestido hacía resaltar su piel morena, sus ojos café claro que, a los rayos del sol, se tornaban entre café amielado y verdes. Su cintura se amoldaba perfectamente al torso y las manos de él, aunque nunca la hubiese tocado, lo sabía, como quien puede saber que está enamorado.
Todas las mañanas, como cuando se huele a tierra mojada y se presagia una fresca lluvia, su aroma lo animaba a levantarse, sabiendo que entre los próximos minutos ella aparecería tras aquel guamúchil, que tomaría su mochila para alistar su credencial  y su transvale, y que desaparecería tras aquel Mercedes estilo limosina con chofer personalizado.
Al levantarse tomaba su guitarra, afinaba las cuerdas, conectaba su sonido y micrófono y, sin percatarse, sonreía al respirar la cercana presencia de su ángel primaveral.
Él había ya compuesto varias canciones que, secretamente, sin exponer mucha información, para mantener el misterio, tocaba prodigiosamente, contando el tiempo en que tardaba la limosina, para que con las palabras precisas sembrara en ella dudas, anhelos, y de vez en cuando, robarle suspiros.
Tiempo trascurrido se levantó asustado por una despiadada pesadilla. Soñó que su amada había fallado a la cita matinal tras el guamúchil.  No se equivocaba del todo. Esa mañana ella no se presentó, aunque se sentía incompleto, tuvo miedo. Por fin ese día se atrevería a cantarle a pecho abierto, la historia de los dos, aún tras la ventana, pero iba a cantarle a ella sin ataduras ni secretos.
Sin perder su ilusión por su actual veracidad y valor por cantarle, se decidió tomar el mismo camión que ella, cuadras antes, para sorprenderla, con algunas canciones que ella ya bien conocía y fulminar aquel misterio con su última creación musical.
Al siguiente día, emocionado por el próximo acontecimiento sin precedencias que viviría, empezó a entonar algunas canciones, el público aceptó favorablemente sus obras. Al llegar a la parada, enfrente de su casa, su corazón parecía un bongó al ritmo de su guitarra, un poco acelerado. La voz, y su alma, se quebró en el tono más alto de uno de sus hits. Ella no estaba, no había tomado el bus.
Sin dar pie a su lucha, prosiguió cantando en el mismo camión, pero su suerte no cambiaba. Tras una semana completa, la gente se había ya enfadado de las canciones que iban en decadencia emocional.   Una noche sin luna y taciturno cielo, sintió respirar el olor de su dama y, sin saber lo que hacía, corrió entre las aceras y los callejones, con su guitarra en la espalda. A cada segundo que pasaba se sentía más cerca de ella, tras horas de agitada corrida, decidió parar. Miró a todos lados, había perdido el rastro. Pasó la noche tras un árbol de algún extraño parque.
Desde entonces vaga por la ciudad intentando encontrarla, bastantes veces cree verla en alguna parada de camión, tras algún árbol o simplemente de espaldas caminando. Un día, sin esperarlo, la miró de espaldas, con su hermoso vestido con más color y vida que nunca. Sin pensarlo colocó su guitarra tras su espalda, caminó hacía ella, su corazón latía despavorido, respiraba raudamente, y, sin pensarlo, detrás de ella, la tomó de la cintura. Ella sonrío, aún sin voltearse.    

miércoles, 12 de noviembre de 2014

No es nada de nosotros


No soy yo, es esta habitación que no te olvida.
Aunque te arda el alma al leerme, 
no eres tú la que habita
ni soy yo el que los escribe, 
es la tinta que se acostumbró a ti. 
Que aun nos amemos negándolo,
no es tu culpa ni la mía, 
son nuestros labios que no se acostumbran a otros. 
Que no te sacies y que busque en tantas mujeres,
no es nuestra culpa,
es la de estos cuerpos tan necios que tenemos.
No hay entre nosotros culpas ni culpables,
sólo almas cobardes. 

lunes, 10 de noviembre de 2014

Velando su recuerdo

Escribo desde el rincón aquel donde ella gritaba mi nombre, con tanta pasión que la lluvia temblaba. Yo la conocí cuando sus hojas se desprendían tras el viento que la abatía. Esas mismas hojas que se amotinaban tras mi espalda. Escribo con la daga del olvido y con la sangre que esta misma desprende de mi alma. Mis manos, las flores que nacían en su cuerpo, están llenas de sangre. Esta mi terquedad de escribir sobre su recuerdo, de asesinarla cuantas veces sea necesario para verla resucitar.
Escribo desde el lado oscuro de la cama donde, noche tras noche, velo su recuerdo. Donde conservo, intacta, su sombra: la azoto y me refugio en ella, interminablemente.   

martes, 30 de septiembre de 2014

Ha decidido suicidarse

Ha decidido suicidarse:

Pues para tomar una decisión tan arriesgada se necesitan el valor de hacerlo, y para eso es necesario afrentar tu valiente estupidez y declararte, a ti mismo, incompetente. Aunque representa un acto heroico el tomar una decisión tan tajante, este ultimátum "heroico" representa una lucha y no una pérdida, aunque en realidad hayas perdido.
Tú corazón latera arduamente cuando el cuchillo traspase, como a una mantequilla, tu cuello, pero para qué tanto alarme innecesario, respira y  sigue viviendo.

jueves, 14 de agosto de 2014

Tu ausencia tan insoportable

Tu mirada era la que iluminaba esta habitación
Ya sin ti, esta inmensa oscuridad
carcome mi realidad,
hundiéndome en un abismo de recuerdos, sin compasión.

Viaje etéreo, desvarío de una ausencia eterna.
Eterno, eterno el dolor que no veo,
que siento, que arde, vive y muere,
pero jamás desaparece.

Perpetua agonía,
suspiro indomable,  
saetas filosas que oscurecen el día.
Esta tu ausencia tan insoportable. 

viernes, 8 de agosto de 2014

Somos, sucedemos, existimos.

Para Vylmah F.

Sucedes, sucedo. 
No soy el primero ni tú la primera
ni los que marcaremos la vida del otro.
Pero sucedemos hoy, sin falta.
No hay huellas ni vereda
pasado o futuro,
historias o proyecciones,
recuerdos o promesas.
Simple y sencillamente somos, existimos.
Renacemos y morimos a cada minuto,
en la piel del otro.
No hay compromisos para que no haya desilusiones.
No esperamos nada uno del otro
Para ser nosotros y no perdernos en el otro.
Somos, sucedemos, eso es existir,
eso es amarnos sin límites ni ataduras.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Amor vegetativo

Lo que esconden tus ojos,
lo esconden mis labios
tras tu mirada.
Es duro declararnos
el amor eternamente efímero
que nos tenemos.
Tememos,
tememos a este amor pasajero.
No quieres ni quiero ser el primero
que muere ahogado en el chapoteadero.
No quiero nadar en un vaso,
no quiero respirar de una bolsa,
no quiero vivir de la muerte,
no quiero ni querré
un amor en estado vegetativo.

¿Quién ama?

¿Quién ama a quién, mujer?
¿Quién odia a quién?
Nos somos indiferentes muchas veces del día.
A veces me gritas, a veces te grito,
pero siempre lo disfrutamos con el dolor entre las heridas.
Jugamos a ignorarnos y a no amarnos
durante segundos interminables.
Duele jugar al súper héroe
cuando te empeñas en ser la villana,
pero duele aún más cambiar los papeles constantemente.

¿Quién ama? ¿¡quién!?

martes, 5 de agosto de 2014

Chaquetas mentales/emocionales

Todo termina en una catarsis emocional fugaz e hiriente. Arde como el fuego y fascinante como una utopía. Eso vivo a diario: me masturbo con utopías que nacen del pasado, juego con el pasado como un tablero de ajedrez, muevo las piezas con inteligencia para poder gritar: "¡jaque mate!" y eyacular en el éxtasis de mi desgracia.  

viernes, 25 de julio de 2014

Sucesos de un día de lluvioso

DE TI


Me ahogué queriendo ver la luna mientras llovía.

So la lluvia, bailo con tu ausencia. Para que te escurras entre mi alma igual que la lluvia entre mi dedos.



CON LOS PIES EN EL TECHO/PISO

Para unos está lloviendo, para otros crecen árboles de agua que mueren en el finito techo

No llueve, ni la lluvia es algo sobrenatural. Sólo es la extensión de la naturaleza de esa tierra fértil denominada nubes, gracias a la creatividad del ser humano, o la necedad, de no querer cambiar a las cosas de nombre.

jueves, 10 de julio de 2014

Un suceso inesperado

Cierto escritor aficionado a las revistas llenas de verborreas literarias, (aunque vacías de lacónicos e inteligentes argumentos) espectáculos e información sobre vidas bastante soporíferas de personajes truhanes, un día tomó la pluma entre sus dedos con gran veracidad y decidió dejarla correr sobre el papel.
Bajo la tenue luz de la luna sonaba el fino sonido de una guitarra acompañada, desafortunadamente, de su partenaire vocal. Dicho personaje era vertiginoso en sus composiciones. Uno de sus más grandes éxitos decía así: "Alguien me puso el dedo, recuperarla no puedo, ya le explique con manzanas durante varias semanas" tenía un gran talento para agrupar gente invidente de sus ojos críticos, no con los que uno mira sin mirar, que por error los lleva bajo la frente y el cerebro.
Escribía una gran novela. Llevaba ya varios años escribiendo esta historia que se basaba en entretener a su lector con sucesos simples y cotidianos. Llegó un día en que se le habían agotado todas sus herramientas posibles para entretener al lector, la historia comenzaba a ser más tediosa de lo que de por sí ya era: cada acto iba desde la grandiosa historia de un gran amor que se veía forzadamente a separarse hasta la ágil idea de la persona que está a punto de morir (me vi forzado a contar el penúltimo capítulo).
Pasaron 3 meses sin poder escribir ninguna línea, ni mucho menos hablar de alguna idea frustrada por plasmar. Una noche calurosa de julio vino a su mente  una brillante idea, el nombre del último capítulo, con el mismo que pondría por título a la gran obra maestra: "Un suceso inesperado".
Sus últimos renglones serían los más descarados dejaría a su público en...


Fin

domingo, 6 de julio de 2014

El inevitable suceso de estar con uno mismo

El problema es que uno no sabe estar con uno mismo, a solas. Quizá uno se cansa de ir a todos lados con la misma persona, con un mismo. Uno se enfada tener que ver mucho con uno mismo: a la hora de comer, caminar, ir al cine, etc., siempre con esa compañía incómoda.

"¡Extra, extra: el chisme de la semana!"

Dice la leyenda que los hombres antes presumían a su novia. Hoy se dice que presumen sus "bonitas" y bien "proporcionadas" amigas de face. Claro, sólo es un pequeño chisme.

Respuestas de un pasado altanero

"Sólo espero que Dios no se tome esa libertad con la que yo aplasto las hormigas o cucarachas" 

Recuerdos de un pasado impersonal 4

Supongo que no soy de los hombres que tratan de suponer todo. Claro, sólo supongo.

Recuerdos de un pasado impersonal 3

No muero ya sin tu presencia. Tu voz me es un fugaz recuerdo, que apenas alcanzo a vislumbrar. No ardes más. Tus labios me son ya de la infancia, de un tiempo que ya no recuerdo. Sin embargo, y quizá sin quererlo, no me siento tranquilo. Hay mil cosas que jamás te dije, se ahogaron, y ahora sus fantasmas, retornan. Miles de saetas cubren el sol decididas a visitarme.
Ahora que me eres tan ajena dime: ¿cómo te encuentro?

Recuerdos de un pasado impersonal 2

Maldita luna que se esconde tras las nubes ¿o malditas nubes que la cubren? 
La noche a corrido su telón de esta pequeña obra. 
No se alarmen, mañana la misma función a partir de las 20 horas. 
Esperemos con gran entusiasmo que esta vez lleguen los actores.

Recuerdos de un pasado impersonal 1

Lo que me aferra a ti es la creciente pasión que desenfundamos a la hora de acostarnos.

domingo, 8 de junio de 2014

Ojalá

Ojalá que nos abrace la lluvia en pleno silencio 
y que nos cubramos con un beso 
para no empaparnos de la rutina y de las falsas caricias. 

Que el aire sea nuestra canción preferida 
y bailemos a la par de su cadencia. 

Que el olor a lluvia se impregne a nuestros cuerpos, 
y nos amemos, 
de esa manera desenfrenada con la que siempre sueño 
al nombrarte bajo la luna. 

Que con sus velo cubra nuestros sueños, 
que nuestros besos sean eternos, 
aunque juntos, 
nunca estemos.

Y al fin de la noche y de la lluvia, nos miremos empapados uno del otro.


lunes, 2 de junio de 2014

Se me olvidó

Se me olvidó preguntarte si dolía el olvido postergado,
congestionado de recuerdos, reclamos, imágenes;
todos agolpados, hombro a hombro, ya listos
para la estampida cuando abras la puerta al irte

Se me olvidó que tendría que olvidarte algún día,
que el amargo e hiriente recuerdo llegaría.
¿¡qué hago ahora mujer!? si no me sé preparar el café
no sé dónde quedaron lo somníferos ni la buena suerte

No sé nadar ni hacer una barca
para el diluvio de tu ausencia.
La soledad y oscuridad se acerca
y yo ni luz ni compañía, sin ti, encontraría

A menudo las cosas se me olvidan,
pero tú serás eso que jamás podré olvidar.

martes, 27 de mayo de 2014

Puedes irte

Puedes irte, y a la hora de recordar el pasado, volver por un café bien helado, como jamás te han gustado. Podrás tomar las tazas que quieras y disfrutar lo amargo del dolor amargo. Cuando regreses de nuevo a tu realidad, puedes buscar la felicidad, pero si te hace falta algo para tu búsqueda, no lo pienses tanto, ven por mí e iremos juntos a encontrarla.

miércoles, 21 de mayo de 2014

La lectura es...:

La lectura, pasadizo secreto a la vista de todos.
Es un suspiro indomable
del deseo desenfrenado, a todas horas.
A tiempo te posee,
pero a destiempo te congela y te domina.
Letras, dioses del universo paralelo
que con cadencia te hacen destantear.
La lectura lo es todo:  
la más bella amante y amiga;
a la que con fuero ataco,
pues no escatimo mis desenfrenos.

domingo, 11 de mayo de 2014

CATARSIS BOHÉMICA

Como la insoportable nota de un violín desafinado, mi existencia agoniza. Mi moral desprende un vaho insoportable, este olor fétido se impregna en mis venas y mi piel la vaporiza en mi entorno. No hay lugar al que vaya y no desprecie mi existencia. Sobrevivo con los desazones que la vida me trae en bandejas de plata. No soporto mi cueva tan solitaria y taciturna, ni la calle, ni los parques. Pero necesito de ellas para odiarme a mí mismo y luchar contra mí mismo para no morir sin vivir. Aun no sé qué es vivir, yo sólo camino e intento saborear lo que veo, pero no veo nada. Solo lo mismo de ayer con el mismo clima y con la misma gente. El pasto del parque sigue siendo el mismo al igual que los juegos y los niños que los utilizan, las mismas sonrisas y los mismo regaños de los padres. Son los mismos camiones, uno tras otro, sin parar. Son los mismo enamorados regalándoles muerte a sus amadas y ellas son las mismas amadas que todo lo soportan, quizá sin saberlo. No se ve nada nuevo. Quizá, y lo único que jamás se repite y me ayuda a sobrevivir, es el hermoso canto de los pájaros. He estado aquí, en este parque, más del tiempo que cualquiera pueda estarlo y jamás estas hermosas criaturas han de repetirlo nada, se dejan guiar por el leve sonido de la sinfonía más hermosa, la naturaleza soportando a la ciudad vacía. Cuando todo a su alrededor calla, en domingo, en especial. Cuando los camiones pasan menos seguido, cuando los carros no están, cuando los niños prefieren la web y no el oxígeno puro o la libertad. Cuando las hormigas van de campo con su familia, cuando los pájaros sonríen y se cuentan lo mejor de la semana. Cuando todo, en este diminuto parque, se vuelve bohemio. Cuando el aire baila con gran cadencia entre las ramas de los guayabos y los guamúchiles. Cuando la palomas recogen el bufete grandioso de esta semana. Cuando todo, sin querer, es perfecto. Y aunque creo que esto tampoco es vivir, sobrevivo estos instantes, de catarsis bohémica, con gran delicia y deseo.  

jueves, 8 de mayo de 2014

Ebriedad fúnebre

Insoportable como la soledad.
Tan hiriente y tercamente aislada,
me ardes, como a toda esta gente. Amada
mía, a tragos amargos, esta ebriedad

soporto. Estás y no. ¡Qué atrocidad!
Temeroso odio tu ausencia infundada.
Dios y su imaginación limitada
me aferran a esta grande calamidad

Bebo, forzadamente, tus recuerdos.
Me duele, amor, la piel de no tenerte
mis oídos han quedado sordos, sordos...

Sin ojos, labios u oídos he olvidarte.
Ebrio de impotencia he de callarlos,
he de morir ebrio por muerte.

domingo, 20 de abril de 2014

ESTRELLAS NEGRAS

"Sólo sé esperar... y eso tarda demasiado"
Dostoeivski

Aquí estoy, no viviendo. Haciendo surcos a esta pequeña habitación con mis pies. Empleo todas mis fuerzas en perder mi tiempo. Esta soledad putrefacta fermenta tu hiriente/balsámica esencia...

* * *

Todo debe ser punteado, marcado de principio a fin. Debe marcarse el tempo en todo, debemos hacer una sinfonía que suene a ella -se dirigió a todas sus sombras mientras simplificaba la imagen de ella a las menos líneas posibles al dibujar.
Juan, anteriormente, había recorrido cada pedazo de las paredes recordando lo que ese pedazo había grabado en la historia, al paso de aquella dama en esa habitación, mientras lo apuntaba en una pequeña e incómoda libreta y daba brochazos de pintura blanca.  
Empezó punteando cada una de las líneas de su mano con suma precisión y dedicación para que tuvieran la precisa separación y no se convirtieran en líneas. Dando así, a cada punto, una historia de cuando aquel ángel había tocado su mano.
Así mismo hasta en el último rincón de la habitación. Frente su cama la silueta de la causante de su locura, excelsa y hermosa mujer poseedora de una simetría casi perfecta en su rostro y en todo su cuerpo. Brillaba de manera magnífica, con lo colores más vivos nunca antes visto rodeada de estrellas negras, puntos historiales, puntos cardinales para no perderse al anochecer al navegar libremente por aquel mar.
No permitía luz alguna que no fuese la del sol o la luna por medio del gran ventanal. Todo fue pintado perfectamente para que a las 10 de la mañana, cuando se levantaba, el sol iluminara la silueta y esta, gracias a sus colores, iluminara toda la habitación. Por las noches no era lo mismo, a cada luna, que no fuera llena, temía a no despertar el siguiente día para terminar su obra.
Juan fue perdiendo el interés por las demás cosas superfluas, ahora, para él. Así fue perdiendo la conexión  los amigos, familiares, el estudio, la lectura.. hasta el trabajo. Pero hubo un día donde ya no había lugar dónde poner otro punto ni otra historia cual grabar. Se había percatado que se había deshecho de todos los muebles, retratos, cuadros y demás cosas para poder grabar cada una de las historias para que fuese perfecto, otras estrellas negras.
También se dio cuenta que había permanecido absorto en su obra por bastante tiempo, que hace más de 4 días que no comía, que había adelgazado más de 20 kilos. Sólo quedaba él, su isla y su mar. En su isla, en medio del mar, se había percatado poco a poco de su taciturna realidad. Iba cayendo la realidad y el tiempo mientras caía el sol. [Al caer el sol su mundo ardió en llamas..] Sin nada en sus manos, no deseaba abrir los ojos. No hubo un sol nuevo que iluminara aquel mar.

jueves, 6 de marzo de 2014

Martha no es un nombre, Martha es una ciudad.

Martha no es un nombre.
Martha es una ciudad
de utopías de cobre,
pues pobre el hombre
que la felicidad en ella ose
a gozar a perpetuidad
porque no le habrá de esperar
cosa alguna que no sea claudicar
en penas y agonías.

Habrá de aclarar que tampoco habrá
vestigio alguno de él en aquel corazón de piedra.
Morirá en él toda lozanía
que su rostro desprendía

y algún día la intríngulis se descubrirá,
y no existirá óbice alguno que evite
el trágico desenlace de ser asesinada
por aquella alma desgarrada.

Martha no es un nombre.
Martha es una ciudad
y en sus lares corre ya mi nombre
como vaho intangible en la oscuridad

miércoles, 5 de marzo de 2014

Los barrotes del ordenador

Una ramita se asoma a mi ventana
me susurra cada que el aire la pasea
me platica con el tintinear de sus hojas
unas ríen bajo la blanca oscuridad de la luna.

¡Ellas tan libres y yo tan prisionero!
Vuelvo una y otra vez a mirarlas
desde los barrotes del ordenador
morteros de caricias cortopunzantes

me tienen atado a esta mi existencia:
"HD de Alto Brillo con ratio panorámico 16 : 9"
junto a unos dedos sagaces; clic, clic, clic...
retumbando por toda la cueva en donde sobrevivo


Quisiera ser tan libre como estas ramitas
mientras observo el "visto: 3:23" de María
¡Qué coraje! ¡Ya querrá hablarme, algún día!
¡Qué oscuridad tan abrumante!

Ciegos, manco, cojo, me he quedado.
Ojos que no ven fuera de esta cueva,
Manos que solo conocen el negro mate

y pies que ya no se mueven...

sábado, 22 de febrero de 2014

LA MUERTE

La calle no calla,
no quiere. Suspira
por momentos, allá,
en la lejanía. Expira

su silencio a atrancados jalones,
no quiere morir.
La gente no se lo permite, los señores
calman a las mujeres su gemir

Los gritos ahogados,
las lágrimas, ya secas,
llevan en sus espaldas
uno ojos cansadísimos

Los niños tiernos e inocentes
le sonríen a la muerte, no la conocen.
Se sienten los murmullos en las calles
parece que dejarlo ir no quieren.

no quiere morir la noche
mañana quizá vuelva el día

pero él, él jamás regresará

jueves, 20 de febrero de 2014

Al fin se acabó todo

Al fin se acabó todo
acepté
olvidarte
sin caminar codo a codo

al fin se acabó todo
lo repito minuto a minuto
aunque parece infinito
el eco de tu olvido

al fin se acabó todo:
esta guerra con la que no puedo
esta ausencia amarga que bebo
cuando llega tu recuerdo

se acabó todo:

el amor
el odio
el color,
todo ardió;

la tinta en la que te impregnaste
la cama en la que bailaste
las sábanas
las palabras


Todo ardió sin decir adiós...

lunes, 10 de febrero de 2014

Sigues ahí como un fantasma

Parece mentira, cada que entro en mi habitación siento tu mirada sobre mí, espiándome. Como si nunca te hubiera olvidado, y en cambio, te hubiera aguardado en alguna parte de él y desde ahí me miraras, recordándome cada una de las historias que vivimos en este pequeño escombro. Cuando alguien nuevo llega a él tú me dices, tras el oído, qué lugares no debe tocar. Cuando llega una mujer, me gritas (con amor) que no debe tocar ese mismo colchón donde estuvimos tu y yo alguna vez. El  que ni yo mismo puedo tocar. Sigues ahí como un fantasma. Cuando me entrego a alguien más, (me recuerdas que jamás podre escribir sobre tu nombre) me dices lo que yo mismo no me digo, que trato de llenar tu ausencia. Sigues ahí, como un fantasma.

domingo, 9 de febrero de 2014

Carta a una amante.

Debería decir: te amo,
te quiero, te extraño...
y si lo hago, lo hago sin sentirlo.
Estoy solo cuando tengo tanto,
por ejemplo: a ti
a la que no quiero ni odio.
Sigo armando el rompecabezas
encontrando unas piezas por aquí
y unas otras cuantas por allá.
Unas hoy, otras mañana...
parece infinitas las piezas.
Debería escribir un poema de amor,
pero no quiero mentirte.
Busco en ti, y en otras,
lo que debería buscar

en la que ya no está.

lunes, 6 de enero de 2014

Mi cielo

Muero por esas dos lunas llenas que escondes bajo tus cejas,
Muero por tus dos cuartos menguantes que, efímeramente,
viven en tus mejillas cada vez que se esponjan tus labios
rojos y macizos, y otras veces, naranjas como la luna,

Muero por esa perfecta combinación agridulce que me provocas
Muero a diario, a cada minuto a cada segundo,
Muero, mujer, a diario, por ti... solo para renacer una vez más
y volver a morir, cada vez que sonríes para mí.

PROPUESTA DE AMOR TARDÍA

Me tragué la ilusión para no mostrarme débil,
me tragué un te amo, un abrazo, un sueño,
una mano, que sedienta de ti, se arrugó.
Me tragué toda la felicidad que me provocaban tus gestos;
tu mirada terca en odiarme, tu sonrisa pueril,
tu risa fantasiosa y exageradamente sincera...
¡Me ahogué, me atraganté mi amor!
Mis poros que transpiraban amor, se bloquearon.
Se acumularon los abscesos de la pus, de mi amor de ti.
Mis venas retenían la sangre que se destinaba
para nuestra descendencia, me podría...
mi corazón se convirtió en sanguinolento
y morí...
aunque seguro estaba de tu amor hacía mí,
por tus detalles de amor que me llevaban tan lejos de aquí,
te escondí en un dédalo, me alejé de ti,
te escondí en el recipiente de la tinta de mi pluma
para no pensarte más, para no creerme una palabra más tuya,
para no verte más en mis sueños...
Hoy me ves aquí, no te sorprendas amor,
pedí unas horas, las últimas, para hacerte una
propuesta de amor tardía...