miércoles, 13 de noviembre de 2013

Soslayándote.

Hay, en mi cama, un millón
de poemas que no se han escrito.
Todos, sin duda, hablan de ti.
Aún cuando ya no estés aquí,
aún cuando otra piel haya habitado
en este mar lleno de versos.
Miles de historias que, inevitablemente,
me guían hacia tu recuerdo.
Como una imagen desfigurada
soslayo, tu figura, en cada almohada,
mas tus manos, impregnadas en las
sábanas, son imposibles de evitar.

martes, 12 de noviembre de 2013

Vienes y te vas

Se acerca el otoño o quizá ya está aquí, de cualquier forma mi árbol se deshoja poco a poco. Al pasar dejas las huellas de las hojas secas que pisaste. Unas el viento ya se las llevó, otras siguen esperándote, unas cuantas, las más conscientes, huyen de tu paso. Ojalá estuvieras aquí conmigo para verlas caer y no, vinieras y te fueras como el aire. Me da vida, pero jamás se queda a mi lado. 

jueves, 7 de noviembre de 2013

En lo secreto

como un rayo de sol posa sobre tu mejilla 
como hoja de otoño que rosa tu cabello
como el viento fresco de una brisa 
que sobrevuela tu silueta, de tu perfume de mujer,
así mi alma ronda en tu soledad 
para amarte en la seriedad de lo secreto 
para apreciarte cada momento 
para conocerte en el silencio 
y en el abismo de tu vida demostrarte mi aprecio

puede ser que alguna noche de luna llena 
me cuele por tu ventana y me impregne en tus sabanas
para abrazarte hasta que el sol nos despierte por la mañana 
o puede ser que un día de estos te dedique estos versos
para poder después colmarte de besos secretos
y aunque tú nunca lo sepas
prefiero que vivas en mis letras, de las libretas secretas,
que guardo en mi cabeza hasta terminar descubriéndote en la naturaleza
y ya no sea un librero llenos de sueños
sino un campo verde donde tu estés presente

o puede ser que en lo secreto
me quede siempre en el intento...

sábado, 10 de agosto de 2013

Planes a futuro...

Hoy estamos lejos uno del otro, mas habrá un día que nos uniremos sin podernos separar jamás. Tratarás de curar las heridas de la soledad con nuevos amoríos, creerás estar enamorada. Existirán detalles en tu vida que te inciten a recordarme, mi recuerdo te seguirá aunque no lo suficiente para cambiar tu vida. Me mirarás a los ojos y fingirás no amarme mientras tu alma arderá por dentro. El destino será inevitable: nos juntará en algún momento de la vida y nos dejará a nuestra decisión  el sueño de estar juntos. Solo cuando nuestros cuerpos se fundan, desde entonces no habrá nada que nos separe. 

viernes, 9 de agosto de 2013

Ojala te vuelvas a cruzar en mi camino

Ojala te vuelvas a cruzar en mi camino, como las nubes se encuentran, y juntos realicemos una tormenta, con relámpagos continuos, lluvia, truenos que aturdan el alma, que retumben nuestros cuerpos sedientos hasta saciarnos.

jueves, 8 de agosto de 2013

Postrada en mis escritos.

Querido lectores seguro les habrá pasado, al igual que yo, imaginar miles de palabras de esa persona que amaron mucho, pero razones inevitables ya no están con ella, aquellas frases que nunca dijo pero que siempre quisieron escuchar de sus labios.
Trata de un escritor, que sin saberlo, su ex-novia se presenta en su libreta disfrútenlo.

Nos quedamos deseándonos y nada más, a mí también me hubiera gustado vivir a tu lado toda la vida, disfrutar de tus labios cuanto estuvieran dulces, desabridos o amargos. Reír contigo por horas, por segundos...
No te miento, hasta ahora, en este mismo instante, me gustaría estar a tu lado, y tú lo sabes pero al igual que yo, no harás nada. Nos quedaremos deseándonos calladamente. Sufrimos de amor eterno no sembrado.  Anhelamos abrazarnos, vernos, besarnos. Hoy daríamos todo por un minuto de pelea o por un segundo de risas.
Muero por besarte, tú lo sabes y yo sé que tú también mueres por besarme. Ambos sabemos tanto uno del otro, pero jamás lo escucharemos del la boca del otro. Tú no lo escucharás de mis labios, así que hoy me plasmas en estas hojas haciéndote creer que soy yo quien te habla, que te deseo y muero por ti. Me encierras en tus recuerdos, en tus escritos, en esta débil tinta.  
Es triste la realidad, amor no soy yo quien te habla, pero si fuero yo te daría un consejo, decide si le haces caso a tu creación:

Deja de plasmarme en tus libretas, ¡ven, corre que te estoy esperando! ¡no tardes más! que no esperaré una vida entera, sabes que te necesito, deja de hacerme el amor textualmente, ven y házmelo físicamente. 

LA LUCHA

Gotas y silencios,
charcos y vientos,
gritos y lamentos,
labios secos y ojos cansados,
todos a un lado, encima, detrás,
caminando por las costillas
y merodeando como moscas
por la cabeza, por los oídos
con zumbidos insoportables
y lamentables.
Una luna en cielo claro,
un río límpido
que sirve como escenario
para que luna pose
para los náufragos
y sedientos.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Me preguntaste ¿dónde quedó el amor?

Llegamos al límite donde nos entendíamos solo en la oscuridad, el amor se fue y cuando regresó nos pareció tan ajeno que luchamos incansablemente por que no entrara en casa, al final la rutina nos termino por separar.  Hoy me preguntas ¿dónde quedó el amor?
-Amor- te respondí con tono poético- si de verdad me amaste alguna vez, ya no existe, mas si nunca me amaste, lo estás empezando hacer.

lunes, 5 de agosto de 2013

Yo te leo y tú me oyes, nos buscamos en lugares equivocados.

Si para algo sirvo es para amarte cuando te vas
odiarte cuando estas,
decirte que te amo con el silencio
y no callarme lo que deberían decir los hechos.
Sin duda no sirvo para amarte de manera
"lógica" como tú lo deseas.
No concuerdo con el tiempo de amarte
no sé demostrarte "eso que siento"
con la voz, pero te he escrito
miles de versos en uno
y un verso que navega en miles,
mas eso a ti no te interesa
me duele que no compartas mis letras
como yo no tus palabras.
Yo te leo y tú me o
yes,
nos buscamos en lugares equivocados. 

jueves, 1 de agosto de 2013

Epinicios a la muerte. Epíteto a la vida. (Parte I)

Oscuro, todo es oscuro, mas  llega un viento fresco de allá a fuera. Trae colores mágicos, pero esencialmente el azul. Nubes claras entran calladas, intentando, sigilosamente, que no me percate de su presencia. Ah, si supieran que me percato de su esencia rondando por mi cuerpo, seguro que hoy sería más alegre. La realidad es otra, no lo soy. Como lo he mencionado por una rara  razón todo es oscuro, mis ojos no pueden ver más allá de mis parpados, aún no sé por qué.
No sé ni siquiera quién soy y mucho menos donde estoy, pero peor aún no sé porque tengo un deseo tan  frenético por mirar, por observar algo más que no sean estos colores burdos que me proporcionan mis parpados, cansados y pesados. No sé como soy: si gordo o flaco, si me llamo José o Luis, mas sé, o mejor dicho presiento, que he de ser hombre. Esa es mi única sabiduría, poca cierto, no obstante mi corazón no se alegra de eso.
No soy feliz. Llevo bastante tiempo tratando de definirme qué es la alegría, asumo que a de ser el aire, ese azul y fresco aire que entra cada cierto tiempo, en esta, que intuyo, pequeña habitación. Cuando me pongo a analizar todo, imagino que algún día supe todos estos términos que utilizo, para creer que una habitación es una habitación, o que pequeño es pequeño, o que gordo es gordo. Termino por no entenderme y mis ojos se cansan como si estuvieran abiertos hace horas.
Aunque no puedo ver, sé que viajan a mi alrededor cientos de colores mágicos, que tienen alas enormes como el de las águilas y que se mueven lento al ritmo del tic tac. Que de cuando en cuando suspiran largamente, mas no de cansados de su vuelo sino de cansados de la esperanza que en mi depositan, no sé qué quieren que haga con ellos, deduzco que han ya de saber que no veo. Se acercan cada vez más a mí, sin embargo no me tocan, jamás me tocan.
Desde hace una semana que el rojo, el amarillo y el morado han desaparecido al igual que todos, se han ido desvaneciendo uno por uno, pero aún queda el azul, ¡tiene fe en mí! A pesar de que sé que el azul me es fiel estoy triste, cada vez más triste porque sé que de un momento a otro ¡se alejará de mí, como todos! ¡Estúpidos colores, los odio! ¡váyanse al carajo sin mí!   ¡No me lleven, a donde sea que se vayan, con ustedes!

<<¡¿Qué pasa?!  ¡ese color cambia, ya no es como antes! ¿paso exactamente cuando me enoje? No, lo dudo. ¿y si me vuelvo a enojar? pero cómo... Ah sí, lo sé. Le pediré con todo el coraje del mundo que se vaya a la mierda, que no necesito su puto aire fresco ni su color tan insignificante, pero ¿si se aleja de mí y jamás regresa? ¿qué haré en este estado vegetal? no importa hay que arriesgarse.
-Hey tú, maldito azul, vete a la mierda- ¿será suficiente?- tú, si no puedes hacerme ver, aléjate, no vuelvas más>>


martes, 28 de mayo de 2013

Churrinche, tú y yo.

Ya no es lo mismo,
Churrinche,
tú y yo en aquel parque
sin ella.
Ya no revoloteas
ni yo sonrío
como antes,
estos días aquí
tu y yo
esperando verla.
Tu color
ya no es rojo
ni mi sonrisa tan jovial.
Suspiros
después de una mirada
sin éxito,
al igual que las 322 anteriores.
Algo dentro de ti y de mi
muere
pero ella jamás aparece
¡Churinche!
yo sé que tú puedes morir
como aquella vez
que concebiste ser rojo
por medio de Tehuelche,
pero ahora para que ella regrese.
Clava en tu corazón
su ausencia,
quizás así
tú vuelvas a ser rojo
y yo feliz.

Para entender un poco más este poema, leer la leyenda del churrinche acá:
http://www.redargentina.com/faunayflora/aves/Leyenda%20del%20Churrinche.asp

sábado, 13 de abril de 2013

Últimos besos...


Me preguntas que qué ciento al besarte como si fuera la primera vez, sabiendo que será la última.
Con una lágrima corriendo por mi mejilla, tomo tu rostro y te beso.
Catarsis, mi amor, me duele bastante pero me cura, me purifica… te he dado miles de últimos besos… después vuelve a infectarse mi alma y solo espero otro último beso. 

sábado, 9 de marzo de 2013

No hacemos el amor, concluimos el resultado de mirarnos.

No hacemos el amor, concluimos el resultado de mirarnos.


Tu mirada, esa incierta, pero sagaz y juguetona mirada. 
Tus flirteos irresistibles, demandantes de besos, besos apasionados y largos. Tan largos como la noche. ¿Cómo negarme a mirarte o, peor aún, a besarte? No podría. 
Sabía perfectamente que al mirarte, sin duda, encontraría unos labios tiernos y cálidos esperándome. 
Hoy temo a mirarte. Es de día. Un sol radiante que, después del alba, bien cumplía lo prometido. He ahí cuando mi temor crecía. Tus ojos que, al contacto con el sol, tornaban un color mágico. Un brillo único e inigualable. Mi corazón late raudamente, teme el resultado de verte hoy y que, sin poder evitarlo, el sol se refleje en tu rostro. 
¡Oh, mujer, que Dios se apiade de nosotros! Si en el desenfreno de mi pasión al verte, nos convoca el inevitable y tentador pecado de amarnos sin desenfreno.

jueves, 7 de marzo de 2013

Soy malo en esto de la poesía

Soy malo en esto de la poesía
y quizá sea mas de lo que,
de manera exagerada, imagino

busco palabras que describan
como es que logre olvidarte
y, pensándote, olvido que un día deje de amarte
mis labios mueren lentamente porque te necesitan

¡gritan!, exigen inmediatamente tu saliva
y recaigo en la cuenta de que aun te amo
inexorablemente se crea esa quimera
que noche a noche aumenta mi herida

Se que soy malo en la poesía
por que en ella me sigues hiriendo
porque, a pesar de todo, sigo muriendo
porque al fin todo me parece una herejía

martes, 29 de enero de 2013

DE LA LUJURIA AL AMOR.


DE LA LUJURIA AL AMOR

Pobres tetas, siempre apretadas y descubiertas. Su culpa era estar voluminosas en un cuerpo algo feo. Les era agradable ser lo mejor del cuerpo pero tenía sus desventajas.
Andaban a la par, gozando de una fama abrupta. Fuertes, siempre lograban parar a más de uno de sus compañeros de pasión aún sin si quiera tocarlos. Algunos tenían suerte y podrían ser apapachados por ellas. Les agradaba mucho su compañera, ágil como la serpiente, siempre húmeda y cálida, sobre todo el jugueteo que realizaba con sus pezones.
Y claro que había malas noches: el insoportable olor a pescado muerto,  dientes agresivos, bocas grotescas, miradas incomodas, etc.
Gozaron de una fama jovial y agradable, con algunos inconvenientes, pero sobre todo fueron felices es su apogeo.
Tiempo después su cuerpo cayó en una enfermedad.  Tuvieron que pasar semanas dentro de la cama, lo curioso era que esta vez no tenían compañía. Era difícil entender esa soledad en el lugar que tantas veces su cuerpo gozaba de tanta adrenalina. Pasaron fines de semanas sin siquiera sentir unos labios o el calor de un pecho. Pensaron que sus días de gloria habían desaparecido y que ahora les tocaba pasar a lo tan comentado “jubilarse”. Se resignaron y sin más que discutir, cayeron. Cada vez estaban más lejos de la cabeza y más cercas de las piernas. Este cuerpo, pasada la enfermedad, siguió en sus andanzas. Las tetas ya no eran las misas. Había que hacerse de una faja y algún brasier con varillas resistentes para hacerlas volver a la vida. Volvieron a darse los lujos de la lujuria sin desenfreno. Una etapa dura para estas tetas. Entraron en depresión: sabían que algo les había pasado, pero no sabían que. Este inestable suceso las aturdía. Llegaban más seguidos los olores fétidos e insoportables. Un sin fin de maltratos.
Pasaron horas y horas pensando en alguna solución para que su dueña dejara aquel ajetreo sin sentido, ellas se sentía ya demasiado abatidas y preferían disfrutar un aire fresco que una noche desgastante. Intentaron de todo. Abstinencia, reproches, hasta habían planeado, entre ambas, enfermarse pero no lo creyeron conveniente porque una de las dos tendría que morir.
La vagina que comenzó a escuchar estas quejas y comprendiendo, en la mayoría de los casos, intervino en una de estas platicas.
-He escuchado sobre una solución- dijo interrumpiendo la conversación de las tetas- dicen que es muy eficiente y, que a cambio de lo anterior, este engendra una especie de satisfacción sin culpa.
-¿Qué se trae esta vieja?- dijo una teta cuestionando a la otra- si ella es una de las principales culpables de nuestra desgracia: si no fuera tan insaciable.
-Sé que creen que soy la culpable, pero les traigo una solución que, aunque no me crean, yo también me siento cansada, algo irritada.
-Haber dinos cual es esa tu solución
-De seguro que será-dijo la otra teta riéndose- tener sexo sin parar ja, ja, ja…
-Bueno tengan paciencia, escuchen mi propuesta y ya rebuznaran. Mi amigo el “Pelón” me comento que hay algo que se le llama amor. Que es como una semilla que crece dentro del cuerpo. Dicen que es algo bello, hermoso, puro como el agua cristalina. Lleno de gloria.
-He escuchado algo de eso de mi amiga la lengua- comento una teta a la otra.
Continuaron con esta conversación por horas. Intentaron buscar cómo lograrlo. La vagina tenía un plan. Dentro de 3 meses habían logrado su objetivo. No sentían este cambio tan esperado. Dentro de otros 3 meses. Vieron como su creó un gran puente entre la vagina y las tetas, un bulto que crecía con el tiempo. Creció el vientre, crecieron las tetas... alegres desde este nuevo cambio; no dejaron de elogiar a la vagina. Todo era indescriptiblemente bello.
Pasaron alrededor de 3 a 5 meses.
Se inundaron de una gran tristeza. Ese gran puente había desaparecido. Un extraño objeto había salido de la vagina. Creyeron que la vagina los había metido en un embrollo y habían sido timadas. Vieron como poco a poco regresaba lo anterior. Este objeto salido de la vagina se acercaba a su pecho. Decepcionadas y aterradas por todo aquel cambio. Entraron en el abismo más cruel e insoportable. Este cuerpo extraño aún no las tocaba.
Sufrieron una metamorfosis indescriptible y maravillosa. La conexión entre la madre y el hijo. Daban vida a este cuerpo suave y cálido. Conociendo el amor. Llenas de un éxtasis. Conocieron la felicidad y el amor. 

martes, 15 de enero de 2013

Siempre vaga un nada...


Por el que dentro de un motel se catalogo como inmortal. Por el que después de conquistar a ciegas, decidió siempre mirar con la frente en alto. Por el que tan guapo se sintió hasta que el espejo corrió. Por todos ellos, y me incluyo, que decidieron amar con todo el corazón, hasta que conocieron "El amor de su vida".
Pero como suele ser, nada es para siempre y siempre vaga un nada en estas circunstancias. Porque todo cambia.
El inmortal se llego a enamorar y de un edificio decidió saltar. El mirador se tropezó con la piedra de la vanidad vacía de sustancia. El guapo supo que los espejos también mienten. Yo, el enamorado, conocí la obsesión que se puede tener por una mujer, y que no siempre "El amor de tu vida" no es precisamente el amor de tu vida.

Buscandote



Empecé en callejones y termine en pezones,
Pechos estrechos que me mostraban los hechos:
Un corazón sediento, sediento de amor.

Pero no cualquier amor, no. Si no tus suspiros,
tus miradas fogosas como poesía,
tu piel que al unísono de mis caricias, se fundían
magistral sinfonía la que tu hacías con mi cuerpo

Sinfonías que hoy nadie interpreta
Dame una noche completa
y cólmame de las composiciones
que tan solo tus manos y labios componen

Y déjame grabarlas en mi alma
para reproducirlas noche tras noche
(basta responder si a un orificio
y convertirte en mi vicio)
deja que las notas su pasión derrochen
y que el mejor escenario sea mi cama

Has de mí el capricho de tus notas…

Espero que les haya gustado no olviden darle like a mi poema que concursa, siempre y cuando les guste. Les dejo el link: MUDOS ANHELOS   Denle click y los llevara.

;)

jueves, 10 de enero de 2013

UNA COMA ACABO CON NUESTRO AMOR


Una coma acabo con nuestro amor.

Es cierto, una coma acabo con nuestro amor. Se canso de nuestro amor indeciso. Del juego de niños. Decidió tomar cartas en el asunto. Empezó a jugar con nosotros como nosotros jugábamos con ella. ¿Lo recuerdas? Solíamos poner la coma donde más nos convenía:
“¡Ya no te amo!” a “¡Ya no, te amo!”, “Al diablo no te necesito” a “Al diablo no, te necesito”,
O al responder nuestras preguntas:
“Nada te amo” a “Nada, te amo”
Después de tanta inseguridad se canso y decidió desaparecer. Un día sin precedencia se fue. No teníamos cuidado al hablarnos. Todo lo decíamos al tajo. Cuando antes nos decíamos las cosas con cariño ahora eran crudas y filosas. Muchos dicen que es la costumbre que siempre está a la caza del amor. Pero no, eso no fue. No supimos cuidar nuestro vocablo.
Las cosas fueron empeorando, el amor, al darse cuenta que la coma se fue, decidió también irse. Disque salió por la ventana. Pero no, así no fue,  esta vez fue descarado, salió por las noches de pasión. Ahora ni hacer el amor nos salvaba. Como Jaime Sabines escribió: “Después de todo pero después de todo: solo se trata de acostarnos juntos”. Ahora ni de eso se trababa ni hacer el amor nos salvaba.
Quedamos llanos, vacios, ni amor ni vocablo teníamos. Todo se acabo. Termino con una frase que cada quien la entendió como quiso.   
“No (,) quiero ser feliz contigo.”
No supimos respetar las reglas del amorvocablo.