sábado, 10 de agosto de 2013

Planes a futuro...

Hoy estamos lejos uno del otro, mas habrá un día que nos uniremos sin podernos separar jamás. Tratarás de curar las heridas de la soledad con nuevos amoríos, creerás estar enamorada. Existirán detalles en tu vida que te inciten a recordarme, mi recuerdo te seguirá aunque no lo suficiente para cambiar tu vida. Me mirarás a los ojos y fingirás no amarme mientras tu alma arderá por dentro. El destino será inevitable: nos juntará en algún momento de la vida y nos dejará a nuestra decisión  el sueño de estar juntos. Solo cuando nuestros cuerpos se fundan, desde entonces no habrá nada que nos separe. 

viernes, 9 de agosto de 2013

Ojala te vuelvas a cruzar en mi camino

Ojala te vuelvas a cruzar en mi camino, como las nubes se encuentran, y juntos realicemos una tormenta, con relámpagos continuos, lluvia, truenos que aturdan el alma, que retumben nuestros cuerpos sedientos hasta saciarnos.

jueves, 8 de agosto de 2013

Postrada en mis escritos.

Querido lectores seguro les habrá pasado, al igual que yo, imaginar miles de palabras de esa persona que amaron mucho, pero razones inevitables ya no están con ella, aquellas frases que nunca dijo pero que siempre quisieron escuchar de sus labios.
Trata de un escritor, que sin saberlo, su ex-novia se presenta en su libreta disfrútenlo.

Nos quedamos deseándonos y nada más, a mí también me hubiera gustado vivir a tu lado toda la vida, disfrutar de tus labios cuanto estuvieran dulces, desabridos o amargos. Reír contigo por horas, por segundos...
No te miento, hasta ahora, en este mismo instante, me gustaría estar a tu lado, y tú lo sabes pero al igual que yo, no harás nada. Nos quedaremos deseándonos calladamente. Sufrimos de amor eterno no sembrado.  Anhelamos abrazarnos, vernos, besarnos. Hoy daríamos todo por un minuto de pelea o por un segundo de risas.
Muero por besarte, tú lo sabes y yo sé que tú también mueres por besarme. Ambos sabemos tanto uno del otro, pero jamás lo escucharemos del la boca del otro. Tú no lo escucharás de mis labios, así que hoy me plasmas en estas hojas haciéndote creer que soy yo quien te habla, que te deseo y muero por ti. Me encierras en tus recuerdos, en tus escritos, en esta débil tinta.  
Es triste la realidad, amor no soy yo quien te habla, pero si fuero yo te daría un consejo, decide si le haces caso a tu creación:

Deja de plasmarme en tus libretas, ¡ven, corre que te estoy esperando! ¡no tardes más! que no esperaré una vida entera, sabes que te necesito, deja de hacerme el amor textualmente, ven y házmelo físicamente. 

LA LUCHA

Gotas y silencios,
charcos y vientos,
gritos y lamentos,
labios secos y ojos cansados,
todos a un lado, encima, detrás,
caminando por las costillas
y merodeando como moscas
por la cabeza, por los oídos
con zumbidos insoportables
y lamentables.
Una luna en cielo claro,
un río límpido
que sirve como escenario
para que luna pose
para los náufragos
y sedientos.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Me preguntaste ¿dónde quedó el amor?

Llegamos al límite donde nos entendíamos solo en la oscuridad, el amor se fue y cuando regresó nos pareció tan ajeno que luchamos incansablemente por que no entrara en casa, al final la rutina nos termino por separar.  Hoy me preguntas ¿dónde quedó el amor?
-Amor- te respondí con tono poético- si de verdad me amaste alguna vez, ya no existe, mas si nunca me amaste, lo estás empezando hacer.

lunes, 5 de agosto de 2013

Yo te leo y tú me oyes, nos buscamos en lugares equivocados.

Si para algo sirvo es para amarte cuando te vas
odiarte cuando estas,
decirte que te amo con el silencio
y no callarme lo que deberían decir los hechos.
Sin duda no sirvo para amarte de manera
"lógica" como tú lo deseas.
No concuerdo con el tiempo de amarte
no sé demostrarte "eso que siento"
con la voz, pero te he escrito
miles de versos en uno
y un verso que navega en miles,
mas eso a ti no te interesa
me duele que no compartas mis letras
como yo no tus palabras.
Yo te leo y tú me o
yes,
nos buscamos en lugares equivocados. 

jueves, 1 de agosto de 2013

Epinicios a la muerte. Epíteto a la vida. (Parte I)

Oscuro, todo es oscuro, mas  llega un viento fresco de allá a fuera. Trae colores mágicos, pero esencialmente el azul. Nubes claras entran calladas, intentando, sigilosamente, que no me percate de su presencia. Ah, si supieran que me percato de su esencia rondando por mi cuerpo, seguro que hoy sería más alegre. La realidad es otra, no lo soy. Como lo he mencionado por una rara  razón todo es oscuro, mis ojos no pueden ver más allá de mis parpados, aún no sé por qué.
No sé ni siquiera quién soy y mucho menos donde estoy, pero peor aún no sé porque tengo un deseo tan  frenético por mirar, por observar algo más que no sean estos colores burdos que me proporcionan mis parpados, cansados y pesados. No sé como soy: si gordo o flaco, si me llamo José o Luis, mas sé, o mejor dicho presiento, que he de ser hombre. Esa es mi única sabiduría, poca cierto, no obstante mi corazón no se alegra de eso.
No soy feliz. Llevo bastante tiempo tratando de definirme qué es la alegría, asumo que a de ser el aire, ese azul y fresco aire que entra cada cierto tiempo, en esta, que intuyo, pequeña habitación. Cuando me pongo a analizar todo, imagino que algún día supe todos estos términos que utilizo, para creer que una habitación es una habitación, o que pequeño es pequeño, o que gordo es gordo. Termino por no entenderme y mis ojos se cansan como si estuvieran abiertos hace horas.
Aunque no puedo ver, sé que viajan a mi alrededor cientos de colores mágicos, que tienen alas enormes como el de las águilas y que se mueven lento al ritmo del tic tac. Que de cuando en cuando suspiran largamente, mas no de cansados de su vuelo sino de cansados de la esperanza que en mi depositan, no sé qué quieren que haga con ellos, deduzco que han ya de saber que no veo. Se acercan cada vez más a mí, sin embargo no me tocan, jamás me tocan.
Desde hace una semana que el rojo, el amarillo y el morado han desaparecido al igual que todos, se han ido desvaneciendo uno por uno, pero aún queda el azul, ¡tiene fe en mí! A pesar de que sé que el azul me es fiel estoy triste, cada vez más triste porque sé que de un momento a otro ¡se alejará de mí, como todos! ¡Estúpidos colores, los odio! ¡váyanse al carajo sin mí!   ¡No me lleven, a donde sea que se vayan, con ustedes!

<<¡¿Qué pasa?!  ¡ese color cambia, ya no es como antes! ¿paso exactamente cuando me enoje? No, lo dudo. ¿y si me vuelvo a enojar? pero cómo... Ah sí, lo sé. Le pediré con todo el coraje del mundo que se vaya a la mierda, que no necesito su puto aire fresco ni su color tan insignificante, pero ¿si se aleja de mí y jamás regresa? ¿qué haré en este estado vegetal? no importa hay que arriesgarse.
-Hey tú, maldito azul, vete a la mierda- ¿será suficiente?- tú, si no puedes hacerme ver, aléjate, no vuelvas más>>