martes, 4 de agosto de 2015

MUJER DE HUMO (SOÑÉ QUE TE SOÑÉ)




Soñé que te soñé. Estabas tú, junto a mí, todo transcurría tan normal. Sentados en una banca del parque alimentabas a las aves. El clima era perfecto bajo la sombra. Transcurría pasiblemente el aire entre tus cabellos y empapaba en mi rostro su frescura.
Giraste tu rostro hacía mí <<¿por qué después de tanto tiempo vienes y me buscas? ¿te parece justo? tengo 2 hijos y un marido>> dijo mientras limpiaba con coraje sus lágrimas <<...pero te sigo amando, ...inexorablemente>> sentenciaste.
Me invadió un estupor, quedé mudo. Me dolían sus lágrimas, su manos húmedas, su respirar agitado. El nudo en la garganta ahogó mis palabras. El porta retratos que tenía, de nosotros, calló de mis manos y del susto, me levanté.
El mal sabor, y el resentimiento del sueño estaban aún en mí impregnados. <<¿Qué pasa, amor?>> Era tu voz. Estabas ahí, dándome la espalda, cubierta por la sábana. Era tu olor. No recuerdo cuando fue la última vez que te respiraré. Tomé tu brazo, indudablemente eras tú. Mientras me abracé a ti con todas mis fuerzas, te dije al oído, "nada amor". Cerré los ojos. Entre el sueño y la realidad, reabrí mis ojos, no estabas, pero tu olor estaba impregnado en la habitación. Confié en que estabas por ahí haciendo algo, cuando me invadió un recuerdo, como miles saetas tapando el sol, justo para clavarse en mí "tu y yo jamás habíamos regresado, era un 22 de marzo, y era otro cuerpo, la que abría las ventanas. Tu olor se desvaneció, mujer de humo.