jueves, 14 de agosto de 2014

Tu ausencia tan insoportable

Tu mirada era la que iluminaba esta habitación
Ya sin ti, esta inmensa oscuridad
carcome mi realidad,
hundiéndome en un abismo de recuerdos, sin compasión.

Viaje etéreo, desvarío de una ausencia eterna.
Eterno, eterno el dolor que no veo,
que siento, que arde, vive y muere,
pero jamás desaparece.

Perpetua agonía,
suspiro indomable,  
saetas filosas que oscurecen el día.
Esta tu ausencia tan insoportable. 

viernes, 8 de agosto de 2014

Somos, sucedemos, existimos.

Para Vylmah F.

Sucedes, sucedo. 
No soy el primero ni tú la primera
ni los que marcaremos la vida del otro.
Pero sucedemos hoy, sin falta.
No hay huellas ni vereda
pasado o futuro,
historias o proyecciones,
recuerdos o promesas.
Simple y sencillamente somos, existimos.
Renacemos y morimos a cada minuto,
en la piel del otro.
No hay compromisos para que no haya desilusiones.
No esperamos nada uno del otro
Para ser nosotros y no perdernos en el otro.
Somos, sucedemos, eso es existir,
eso es amarnos sin límites ni ataduras.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Amor vegetativo

Lo que esconden tus ojos,
lo esconden mis labios
tras tu mirada.
Es duro declararnos
el amor eternamente efímero
que nos tenemos.
Tememos,
tememos a este amor pasajero.
No quieres ni quiero ser el primero
que muere ahogado en el chapoteadero.
No quiero nadar en un vaso,
no quiero respirar de una bolsa,
no quiero vivir de la muerte,
no quiero ni querré
un amor en estado vegetativo.

¿Quién ama?

¿Quién ama a quién, mujer?
¿Quién odia a quién?
Nos somos indiferentes muchas veces del día.
A veces me gritas, a veces te grito,
pero siempre lo disfrutamos con el dolor entre las heridas.
Jugamos a ignorarnos y a no amarnos
durante segundos interminables.
Duele jugar al súper héroe
cuando te empeñas en ser la villana,
pero duele aún más cambiar los papeles constantemente.

¿Quién ama? ¿¡quién!?

martes, 5 de agosto de 2014

Chaquetas mentales/emocionales

Todo termina en una catarsis emocional fugaz e hiriente. Arde como el fuego y fascinante como una utopía. Eso vivo a diario: me masturbo con utopías que nacen del pasado, juego con el pasado como un tablero de ajedrez, muevo las piezas con inteligencia para poder gritar: "¡jaque mate!" y eyacular en el éxtasis de mi desgracia.