Mi mitad, o mi todo, no queda ahí,
se deforma o transfigura,
para bien o para mal...
En una revisión de daños no se vería la diferencia.
Qué más da...
Que vuele, si tiene alas;
que cante, si tiene voz;
que se arrastre, si ha quedado mutilado;
que coma tierra, si es la única opción.
¡Que quede inmóvil!
Que su respiración sea forzada,
que quede al límite de la vida...
Qué más da...
Que se deforme o se transfigure,
según el silencio, la soledad,
la oscuridad o la realidad,
se lo exija.
¡Qué más da!
Si ya en este cuerpo inerte
el delirio se lo exige...
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