lunes, 16 de enero de 2017

¿Quién será mi otro yo, sino tú?

Aunque odias los abrazos y los bochornosos momentos de cercanía humana, tanto como yo, deberé atacarte con un abrazo inesperado: de esos que curan el alma, que apagan el más grande incendio, de esos que te consumen y son como bálsamo.
Te vas como el humo del cigarrillo. Te esfumas y disipas con los últimos estragos del invierno y yo queriéndote.
La escuela, la colonia, la ciudad estará abandonada, vacía, dolorosa, a cada paso más inmensa.

¿Quién será mi otro yo, sino tú? ¿Quién será mi otro yo cuando no pueda más estar conmigo?¿Quién me salvará de mí, de mis versos, de mis poemas?

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